El 10 de julio, en la República Centroafricana, los líderes de los grupos rebeldes 3R y UPC –el “general” Sembé Bobo (3R) y Ali Darasa (UPC)– volvieron a la capital, Bangui, para deponer las armas. Fue un momento importante tras más de cuatro años de conflicto armado.
La Comunidad de Sant’Egidio, que lleva más de veinte años ayudando en la República Centroafricana, desempeñó un papel fundamental para facilitar el diálogo entre los líderes rebeldes y las autoridades del país, en particular con el presidente de la República Faustin Archange Touadéra. Es un trabajo paciente que se ha llevado a cabo sobre el terreno y a través de una intensa actividad diplomática a nivel local, nacional y regional.
Sembé Bobo y Ali Darassa participaron en una reunión presidida por el presidente Touadéra para definir conjuntamente las modalidades para una disolución definitiva de sus grupos armados. Durante el encuentro, el jefe del Estado agradeció públicamente a la Comunidad de Sant’Egidio por su trabajo constante y discreto a favor de la paz en su país.
Sant’Egidio acompaña el proceso de paz en la República Centroafricana fomentando el desarme, favoreciendo elecciones serenas e inclusivas, alentando el diálogo entre el Gobierno, la oposición y los grupos armados, y promoviendo campañas de sensibilización, en particular sobre el contenido del acuerdo de paz y sobre el peligro de las minas antipersona. Este trabajo se lleva a cabo en estrecha sinergia con otros actores centroafricanos, con organizaciones regionales e internacionales, como la ONU.