“Siento una gran emoción al estar en Italia. Después de 5 años de detención ha sido un camino largo, duro y doloroso, sobre todo para mi familia. También ha sido duro por las enfermedades que he sufrido en estos años, pero al final se ha resuelto la situación. Doy las gracias a mi familia, a mi esposa, a mi hermana, que han estado siempre conmigo –añadió– y me han apoyado para llegar hasta hoy; y sobre todo, gracias a Gianni La Bella, de la Comunidad de Sant’Egidio, por su intervención, que ha sabido cocinar un acuerdo y lograr mi liberación”.
Son palabras que Alfredo Schiavi ha dicho tras desembarcar en el aeropuerto romano de Fiumicino, donde ha sido recibido con gran atención. El empresario ítalo-venezolano de 67 años fue liberado después de pasar más de cinco años en una cárcel de Caracas, y esta tarde ha llegado a Italia. Estos largos años le han comportado un duro desgaste físico, pero, con un hilo de voz, ha querido expresar su agradecimiento.
“Tuve el apoyo del Ministerio Italiano de Exteriores y de la embajada, y la participación del gobernador de Carabobo, Rafael La Cava, y, evidentemente, al final, del presidente Maduro, que me concedió el indulto. Doy las gracias a todos ellos”, añadió. “Estamos contentos, porque en Italia podrá recuperarse”, dijo luego su esposa.
“La mediación ha sido complicada –ha explicado Gianni La Bella, de la Comunidad de Sant’Egidio, que se ha ocupado de la mediación para la puesta en libertad del empresario ítalo-venezolano en colaboración con las instituciones italianas–, porque el país es complicado, mucho más de cuanto pensamos. Es el corazón, en cierto modo, de la América meridional. La historia personal de Schiavo también es compleja, pero creo que este gesto debe interpretarse y leerse como un deseo de apertura y de diálogo del gobierno venezolano, justo en el momento de la muerte del papa Francisco, porque la figura del Papa es muy venerada y los venezolanos han seguido muy de cerca su enfermedad, al igual que su funeral. Eso es algo que nuestro país debe tener debidamente en cuenta para las demás personas que aún siguen detenidas”.
“Tuve el apoyo del Ministerio Italiano de Exteriores y de la embajada, y la participación del gobernador de Carabobo, Rafael La Cava, y, evidentemente, al final, del presidente Maduro, que me concedió el indulto. Doy las gracias a todos ellos”, añadió. “Estamos contentos, porque en Italia podrá recuperarse”, dijo luego su esposa.
“La mediación ha sido complicada –ha explicado Gianni La Bella, de la Comunidad de Sant’Egidio, que se ha ocupado de la mediación para la puesta en libertad del empresario ítalo-venezolano en colaboración con las instituciones italianas–, porque el país es complicado, mucho más de cuanto pensamos. Es el corazón, en cierto modo, de la América meridional. La historia personal de Schiavo también es compleja, pero creo que este gesto debe interpretarse y leerse como un deseo de apertura y de diálogo del gobierno venezolano, justo en el momento de la muerte del papa Francisco, porque la figura del Papa es muy venerada y los venezolanos han seguido muy de cerca su enfermedad, al igual que su funeral. Eso es algo que nuestro país debe tener debidamente en cuenta para las demás personas que aún siguen detenidas”.