La jornada solidaria de la Comunidad de Sant'Egidio ha comenzado en la isla de Chipre, apoyando a los refugiados en los campos de Pournara, a unos veinte kilómetros de la capital, Nicosia, y en Kofinou. Ya han llegado voluntarios de diversas ciudades de Italia y Europa (incluyendo Bélgica, España, Alemania y Francia), y 200 de ellos estarán presentes hasta finales de agosto, garantizando una presencia constante y diversas actividades para los menores refugiados y sus familias.
El jueves 24 de julio se inauguró la Carpa de la Amistad en Pournara, donde los doscientos refugiados que se encuentran actualmente en el campo podrán cenar cada noche en mesas decoradas con esmero, en un ambiente familiar y protegidos de las altísimas temperaturas de la zona. Serán atendidos por voluntarios de la Comunidad que, durante estos días, pretenden no solo ayudarlos, sino también conocerlos personalmente. Todo esto con el objetivo de recuperar la dignidad y reconstruir un futuro para quienes han vivido historias de sufrimiento y privaciones, a menudo de violencia, a sus espaldas. Provienen principalmente de Siria, pero también de Afganistán, Irán, Somalia y Gaza, así como de algunos países del África subsahariana. Llegaron a esta isla soñando con Europa, pero permanecieron en sus fronteras, a la espera de un reconocimiento difícil de obtener.
Las actividades también comenzarán la próxima semana en el campamento de Kofinou, donde se alojan 600 refugiados, incluidos 120 menores, para quienes se organizará la Escuela de la Paz (juegos, entretenimiento y actividades educativas). Se ofrecerán cursos de inglés en ambos campamentos, así como para familias de refugiados en Nicosia, tanto para adultos como para adolescentes. Para los menores no acompañados, que son un número considerable, también se están organizando excursiones por la isla para explorar sus lugares más interesantes.